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Silvia

12 marzo, 2015

Challah, pan judío

Hoy os traigo una receta típica de la religión judía: el challah o jalá. Se trata de un pan trenzado que los judíos preparan para el Sabatt y otras celebraciones religiosas (exceptuando la Pascua, en la que se consume el Matzá o pan ácimo, sin levadura). Sin embargo, este tipo de pan se ha convertido en uno de los más consumidos en grandes ciudades como Nueva York, donde ha adquirido mucho éxito en los últimos años.

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Yo hoy os traigo dos formas de hacerlo: con el trenzado tradicional o con un molde (para los que no se atrevan todavía con el trenzado). El resultado es diferente, incluso en el tipo de miga: con el trenzado conseguimos una miga similar a la de un brioche y con el otro más parecido a un bollo de leche. En ambos casos el sabor es fantástico y el resultado magnífico.

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A mí me ha encantado. Creo que lo volveré a hacer próximamente porque es muy sencillo y es perfecto para cualquier desayuno o comida. Los judíos lo comen durante todo el día, en las tres comidas, ya que no es muy dulce y encaja perfectamente a cualquier hora. Yo os aseguro que con un poco de jamón y queso está delicioso y con mermelada aún más.

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Espero que os animéis a hacerlo en casa porque la verdad es que merece la pena. Si no os atrevéis con el trenzado, tranquilos, la versión con molde es igual de buena, os lo aseguro. ¡A disfrutar de una receta deliciosa!

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Challah, pan judío

Ingredientes (2 challah)

– 35 gr de levadura fresca

– 85 gr de azúcar

– 800 gr de harina normal

– Una y media cucharada de sal

– 200 ml de agua tibia, templada

– Tres huevos medianos

– Tres yemas de huevo

– 60 ml de aceite de oliva

– Clara de un huevo + Una cucharada de azúcar

– Semillas de amapola

– Sesamo negro

Materiales

Molde Challah

Preparación

– Mezclamos la harina con la levadura fresca desmenuzada, el azúcar y la sal en un bol.

– En otro bol mezclamos el agua con los huevos, las yemas y el aceite de oliva.

– Añadimos la mezcla líquida a la seca y batimos con un batidor con gancho y mezclamos con las manos, mismamente, hasta conseguir una masa lisa y poco pegajosa.

– Formamos una bola y la colocamos en un recipiente engrasado con un pelín de aceite. Dejamos que leve durante una hora y media, más o menos, en un lugar sin corrientes, hasta que haya duplicado su volumen.

– Pasado ese tiempo, dividimos la masa en dos. Yo he hecho dos formas de preparar el challah. Os las enseño y elegís cuál os gusta más.

Con molde

– La primera, y más sencilla, es utilizar este molde que además podéis utilizar para otros bizcochos. Lo engrasamos bien y colocamos en él la mitad de la masa estirada, como veis en la foto.

– Cubrimos con un paño y dejamos levar durante una hora en un lugar sin corrientes.

Cómo-se-hace-1

– Pasado ese tiempo, precalentamos el horno a 180ºC.

– Horneamos el challah dentro del molde durante 12-15 minutos. Pasado ese tiempo, desmoldamos sobre una bandeja de horno con papel sulfurado y pintamos la superficie del challah con una mezcla de clara y azúcar. Espolvoreamos unas semillas de amapola y de sésamo negro y horneamos durante 15-20 minutos, hasta que la superficie esté dorada.

– Sacamos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla.

Trenzado

– La otra opción es dividir la masa en seis partes iguales (yo la he pesado).

– Estiramos cada bola y hacemos un “churro”. Tendremos seis churros en total. Los juntamos todos por un extremo, como vemos en la  primera imagen. A cada churro le vamos a dar una letra para que me entendáis.

– Comenzamos el trenzado llevando el churro “f” al lado contrario y el “a” al contrario suyo.

– Ahora pasaremos el “f” al centro de todos los churros, entre el “c” y el “d”.

– Pasamos el “e” a donde teníamos el “f”.

– Ahora toca pasar el “a” al centro.

– Llevamos el “b” a donde estaba el “a”.

– Ahora pasaremos el “e” al centro.

– Llevamos el “d” a donde estaba el “e”.

– Llevamos el “b” al centro.

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– Ahora tocaría llevar el “c” a donde estaba el “b”.

– Pasaremos el “d” al centro.

– Llevamos el “f” a donde estaba el “d”.

– Pasamos el “c” al centro.

– Y ponemos el “a” en donde estaba el “c”. Y ya hemos hecho una vuelta. Ahora volvemos a empezar. Es más fácil una vez que lo empiezas a hacer. Os recomiendo si queréis que probéis antes con lanas o con papeles para que se os haga más fácil.

– Trenzamos hasta que no nos queden más longitud de churro.

– Cubrimos con un paño y dejamos levar durante  una hora en un lugar sin corriente.

– Precalentamos el horno a 180ºC.

– Pintamos la superficie con una mezcla de clara y azúcar y espolvoreamos con semillas de amapola y de sésamo negro.

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– Horneamos durante 25 minutos, hasta que esté bien dorado.

– Sacamos del horno y dejamos enfriar por completo sobre una rejilla.

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Espero que os hayan gustado las dos versiones de la receta que os he traído hoy y que os animéis a hacerla en casa, ¡que no es tan difícil! Ya sabéis que cualquier duda que tengáis estaré encantado de solucionarla, dejadla en los comentarios.

Ah! Y no os olvidéis de compartir la receta en las redes sociales, ¡es súper importante para ayudarnos a crecer y poder llegar cada día a más gente! ¡Muchas gracias!

Iñaki

This Post Has 2 Comments
  1. Si lo hicieramos con harina de fuerza no quedaria mas tierno??? Pregunto, pues no lo se, siempre he leido que el brioche se tiene que hacer conharina de gran fuerza.

  2. Hola,
    Tiene una pinta increíble, pero quiero preguntar sobre la cocción, las resistencias se encienden la de arriba y la de abajo. Parece una obviedad pero es algo que casi nunca indican las recetas.
    Muchas gracias de antemano por la respuesta.

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